Una familia QUE CENA TRANQUILAMENTE EN SU CASA, sufre una redada de la Unidad de Delitos Informáticos (UDI) porque se sospecha que algún miembro de la familia maneja una red de porno doméstico. En un principio todos parecen culpables de los delitos que se les imputan, pero el espectador irá descubriendo poco a poco que los archivos sobre los que se basan las acusaciones no son lo que parecen.
Ander, Comisario de la Unidad de Delitos Informáticos, irrumpe en el hogar de los Villaorduña y detiene a los cuatro miembros de una misma familia. Les acusa de mantener una red de pornografía alojada en un servidor compartido.
Koldo, Monika, Aitor y Nora son interrogados por separado sobre diferentes archivos de imagen que un algoritmo ha identificado como contenido delictivo relacionado con la pornografía.
En un principio todos parecen culpables de los delitos que se les imputan, pero el espectador irá descubriendo poco a poco que los archivos sobre los que se basan las acusaciones no son lo que parecen.
Al mismo tiempo que el espectador va descubriendo la inocencia de los personajes, los miembros de la familia van sospechando unos de otros, incluso de sí mismos, mientras se someten al interrogatorio del Comisario.